El muro cortina o fachada ligera se construye de forma continua por delante del edificio utilizando subestructuras de acero o aluminio y vidrios de seguridad llamados “laminados”.
Este sistema es ligero, acristalado y autoportante y está diseñado para resistir las cargas de viento, las cargas del propio edificio y otros movimientos sísmicos.
Los muros cortina están típicamente diseñados con perfiles de aluminio extruído. La mayoría de la superficie del muro suele estar cerrada con vidrio aunque se puede cambiar por materiales fenólicos y composites.
Desde el exterior del edificio se pueden apreciar los bastidores metálicos que soportan el muro, como la denominada “tapa o tapeta” de aluminio.
Se trata de una nueva generación de fachada formada por una amplia gama de montantes y travesaños que dan respuesta a las diferentes necesidades estéticas y constructivas de los proyectos arquitectónicos a través de soluciones integrales.
La fijación del vidrio a la perfilería portante se realiza a través de unas grapas y presenta una estética de “sólo-vidrio” en el exterior, con excelentes prestaciones térmicas y acústicas
Desde el exterior de la fachada solo se pueden ver los diferentes vidrios, quedando oculta a la vista la estructura del muro. Se suelen utilizar dos tipos de ventanas: proyectante –que se desliza hacia el exterior sólo la parte de debajo- y paralela –que se desliza hacia el exterior todo el perímetro de la hoja de la ventana, pudiendo ser de accionamiento manual o motorizado-.
Los sistemas de instalación de fachada ligera se diferencian en función de su configuración constructiva.
Se distingue por la instalación en obra de los componentes del muro cortina, pues se instala la estructura soportante y luego se colocan los vidrios. Esta modalidad es adecuada para construcciones en las que las medidas de cada paño son diferentes entre sí.
Consiste en la instalación de módulos con la estructura de aluminio y el cristal previamente unidos. Esta característica obliga a que, por norma general, los módulos sean iguales entre sí. El sistema modular permite que, ante cualquier carga externa, cada elemento trabaje independientemente de otro
El soporte posee conectores de estabilización como tensores, costillas de vidrio o pilares de acero que se adosan a la superficie de vidrio mediante herrajes estructurales.
El sistema de protección solar para fachadas de lamas en aluminio de extrusión permite la regulación de la luz, consiguiendo notables ahorros en la refrigeración interior de los edificios debido a la creación de zonas de sombra que reducen la incidencia energética a la que son sometidos éstos.
Para cubrir las necesidades más variadas, existen lamas de distintas dimensiones que se adaptan a todo tipo de proyectos.
La lama utilizada tiene forma elíptica y su disposición puede ser en vertical o en horizontal. Esta singular forma elíptica no sólo permite evitar los efectos menos beneficiosos de la luz solar, sino que funciona como elemento arquitectónico decorativo.
La fachada ligera se convierte así en un sistema de protección solar especialmente adecuado para superficies de grandes dimensiones como fachadas o muros cortina.